

Paula Rojo no solo fue la concursante que conquistó al jurado con su dulce voz y su ukelele sino que fue la cantante que desde su primera actuación hizo que se emocionara toda la audiencia, yo incluida, al escuchar la canción que le había compuesto a su hermano pequeño.

Ésto hacía que las posibilidades para unos fueran mayores y para otros menores pues no se veía su estilo personal, su imagen o su forma de comunicarse con el público o moverse por el escenario pero sin duda era la forma más justa, pues todos eran valorados por su Voz. La filosofía de La Voz era encontrar a nuevos artistas y cantantes fijándose únicamente en su Voz. Conocimos a Paula Rojo en la primera edición de La Voz en España, un programa de televisión cuyo formato ya había triunfado en otros países y que también lo hizo aquí.
